28/7/09

Todo lo demás necesita reformarse

Dios nunca cambia;
todo lo demás debe reformarse.


El nunca cambia: pero todas las demás cosas deben reorientarse a su propósito cada día.
La iglesia es la primera en recibir ésta indicación:
La Iglesia Cristiana siempre debe reformarse;
Siempre debe orientarse hacia el propósito de Dios.

Efesios 5:25b-27
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Hablamos entonces de la necesidad de reformarnos como iglesia cada día.
Hablamos de La reforma de nuestra religión; nuestra religión debe apuntar hacia nuestra santificación, hacia nuestra purificación. Debemos orientarnos cada día la tarea de presentarnos ante el Señor como una iglesia que no tiene mancha ni arruga sino que le agrada a él.


Porque Dios nunca cambia; pero todo lo demás debe reformarse.

Su fuerza no cambia.
Su poder nos transforma

Piensa en su fuerza: la fuerza de Dios no cambia.

Romanos 1:20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo…


Su poder es eterno; siempre permanece, nunca cambia.
Su energía nunca se acaba; pero la tuya y la mía lo hacen cada día más.
A las 5 de la mañana no estás tan despierto y aleta como a las 2 de la tarde.
Y cuando tengas 80 años no correrás tan rápido como a los 20…
Aún los más fuertes de entre nosotros tienen que descansar.

Ana Gabriela Guevara debe aprovechar sus años; porque dentro de 20 años no tendrá esa velocidad.
“Ronaldiño” debe aprovechar su época de oro; porque a los 45 no tendrá esa habilidad ni esa puntería.
Es que las cosas cambian; pregúntale a Nadia Comanechy, pregúntale a Maradona; pregúntale a cualquier adulto y te dirá; ya no es lo mismo, las cosas han cambiado…

Pero el poder de Dios no cambia; el no se cansa ni necesita dormir; nunca dirá “hoy no me siento bien” porque el poder de Dios nunca cambia.





Daniel 6:26b
…Porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.


Salmo 59:16-17
Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia;
Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia.
Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.


Piensa en esto; Dios nunca hace una pausa para ir a comer; ni le pide a sus ángeles que lo cubran mientras piensa cómo responder a nuestras oraciones; el nunca le da carpetazo a nuestros asuntos; sino que tiene el control de todas las cosas por su divino poder.

¿Necesitas una mano fuerte para agarrarte?
Dios nunca cambia; el siempre es fuerte y su fuerza nos transforma.

¿Necesitas una verdad que nunca cambie?
Prueba con la de Dios; su verdad nunca se quiebra; nunca es engañadora… La verdad de Dios nuca cambia, puedes confiar en ella.

Su verdad no cambia.
Su palabra nos guía

La verdad que el mundo anuncia cambia cada día; no se puede confiar en nadie ¿o si? sí en la verdad de Dios que nuca cambia; yo puedo cambiar de parecer, ustedes pueden cambiar de gustos pero Dios nunca cambia; el siempre llama bueno a los bueno y malo a lo malo.

Isaías 40:8
Sé seca la hierba, se marchita la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre


Y ya que su verdad nos guía; sus caminos no cambian nunca.
Dios siempre odiará el pecado y amará al pecador.
El siempre humilla a los orgullosos; y consuela a los afligidos.
Nunca cambia de dirección a mitad del camino; nunca nos juega bromitas, nunca repara su ley porque su ley es perfecta…
Nadie más lo será.


Su amor no cambia.
Su gracia nos sostiene

Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.


Su fuerza, su verdad, sus caminos y su amor nunca cambian.
Todo lo demás debe reformarse; tu vida, mi vida; nuestra iglesia… todo lo demás debe reformarse.
Pero Dios permanece siempre fiel. Por eso nosotros nos transformamos por su poder; nos guiamos por su palabra y nos gozamos en su gracia.

Salmo 33:11 DHH
…los proyectos del Señor permanecen firmes para siempre.


Eso somos tu y yo; eso es la iglesia; un proyecto en manos de Dios.
Dios no cambia; todo lo demás debe cambiar.
Una vida en manos de Dios siempre se reforma de acuerdo a su propósito.





  • ¿Qué cambios estás experimentando?


  • ¿Puedes enfrentar los cambios de la vida aferrándote al Dios que nunca cambia?


  • ¿Quieres deja que Dios reforme tu vida cada día de acuerdo a su propósito?


Algunas ideas de éste artículo fueron extraídas de "Su mano inmutable",
Cap.6 de "No se trata de mí" por Max Lucado.

2- La promesa de Gracia.

La promesa de Gracia.


Cristo como el Objeto de la FE.
De acuerdo a Calvino, el contenido del conocimiento de la FE es muy específico y reducido, no amplio y vago:

Porque en la inteligencia de la fe, no se trata solamente de que sepamos que hay un solo Dios, sino, y más aún, que comprendamos cuál es su voluntad respecto a nosotros. Porque no solamente hemos de saber qué es Él en sí mismo. Sino también cómo quiere ser para con nosotros. Tenemos, pues, ya que la fe es un conocimiento de la voluntad de Dios para con nosotros tomado de su Palabra.
IRC – III-2-VI


Ésta disposición de parte de Dios hacia nosotros está ligada a las promesas de gracia que Calvino y nosotros encontramos en la Biblia; aunque la Escritura no es exactamente el objeto de la fe. Para Calvino, la Escritura es la autoridad formal de la revelación especial de Dios, pero sólo Cristo es el centro de la fe salvadora y el objeto del conocimiento de la fe.


El fundamento de la FE
Calvino excluye elementos de la Escritura de su definición del objeto de la fe:

Mas como el corazón del hombre no es confirmado en la fe por cualquier palabra de Dios, hemos de investigar aún qué es lo que la fe considera propiamente en la Palabra… Con todo esto no negamos que el oficio de la fe sea dar crédito a la verdad de Dios siempre que hable, diga lo que diga. Lo que buscamos al presente es qué encuentra la fe en la Palabra de Dios, para apoyarse en ella.
IRC – III-2-VIII



Mientras la fe reposa en la Palabra de Dios, tiene la promesa de la misericordia de Dios como su enfoque principal.

Ponemos como fundamento de la fe la promesa gratuita de Dios, porque en ella se apoya propiamente la fe…
…[La FE] siempre comienza en la promesa; en ella se para, y allí acaba. Pues busca en Dios la vida que no se encuentra en los mandamientos, ni en las amenazas, sino únicamente en la promesa de la misericordia, y promesa gratuita; porque las promesas condicionales, en cuanto que nos remiten a nuestras obras, no prometen más vida que la que podemos encontrar en nosotros mismos.
Por eso san Pablo atribuye al Evangelio de modo particular el título de "palabra de fe" (Rorn.10:8); título que no concede ni a los mandamientos, ni a las promesas de la Ley. Y la razón es que no hay nada que pueda fundamentar la fe, sino esta [generosa] embajada
de la benignidad de Dios por la cual reconcilia al mundo consigo (2 Cor.5:18-20).
IRC – III-2-XXIX


La Grata Promesa de Misericordia.
Calvino hace una distinción importante, salvaguardando la revelación especial el explicar su postura:

Al decir, pues, que la fe ha de apoyarse en la promesa gratuita, no negamos que los fieles admitan y reverencien por completo la Palabra de Dios; únicamente señalamos como fin propio, al que la fe ha de tender siempre, la promesa de la misericordia. Los fieles han de reconocer también a Dios por Juez y castigador de los malhechores; sin embargo han de poner sus ojos especialmente en su clemencia; puesto que les es presentado como benigno y misericordioso, tardo a la ira e inclinado a hacer bien, suave y dulce para todos, y que derrama su misericordia sobre todas sus obras
IRC – III-2-XXIX


Los términos que Calvino usa para denotar la Promesa se encuentran a lo largo de toda la Institución:
Misericordia y Gracia - II-17-I
Favor Gratuito – III-21-VII y II-16-XI
Bondad y Gracia- II-7-IV
Amor Gratuito – III-21-V y II-17-I

Aunque la FE y la Escritura son 2 cosas separadas, son INSEPARABLES.
Calvino distingue entre la Escritura completa, que debe ser creída plenamente y acreditada por el Espíritu Santo, y la promesa de misericordia en Cristo, la sustancia de la escritura y el sólo objeto de la fe pero no debemos elegir uno en vez de otro sino afirmar y atesorar ambos. Calvino advierte acerca de nunca separar la FE de la ESCRITURA.


Sin la Palabra no hay fe. En primer lugar hemos de advertir que hay una perpetua correspondencia entre la fe y la Palabra o doctrina; y que no se puede separar de ella, como no se pueden separar los rayos del sol que los produce…
…si la fe se aparta por poco que sea de este blanco al que debe tender, pierde su naturaleza, y en vez de fe, se reduce a una confusa credulidad, a un error vacilante del entendimiento. Esta misma Palabra es el fundamento y la base en que se asienta la fe; si se aparta de ella, se destruye a sí misma. Quitemos, pues, la Palabra, y nos quedaremos al momento sin fe.

IRC – III-2-VI


En su comentario sobre Romanos, Calvino escribe:
“Ésta conexión entre la Fe y la Palabra debe ser bien entendida y cuidadosamente sostenida, ya que la FE no puede proveernos nada que ella no reciba de la Palabra”

IRC = Institución de la Religión Cristiana
Traducido y editado por Pbro. Samuel Hdz. Clemente de “Calvin on Faith Series”
Parte 2- de Justin Holcomb en www.theresurgence.com

1- Cristo y su evangelio

Cristo y su evangelio

La Fe Cristiana: No es lo que crees que es.
¿Qué significa fe? Durante muchos siglos, se le asoció con conocimiento específico o un conjunto de creencias, pero recientemente el entendimiento de la “fe” ha cambiado. En nuestra cultura actual, fe primordialmente se refiere al acto de creer, no a lo que se cree (el objeto de esa “fe”). Y cuando se menciona el objeto de la “fe” rara vez se especifica con claridad, puede ser el amor, la esperanza, el destino, lo desconocido, uno mismo, alguien más, o algunas veces Dios.
Si ponemos atención, ya no escuchamos descripciones de FE como CONOCIMIENTO BÍBLICO, o confianza en la PERSONA Y OBRA DE JESÚS, sino que lo actual es hablar de fe como un sentimiento religioso general, o sentimentalismo subjetivo a nivel personal.

Definamos FE.
Un entendimiento cristiano de la FE es muy diferente, y Juan Calvino encuentra especialmente necesario definir la fe.

Por tanto, podemos obtener una definición perfecta de la fe, si decimos que es un conocimiento firme y cierto de la voluntad de Dios respecto a nosotros, fundado sobre la verdad de la promesa gratuita hecha en Jesucristo, revelada a nuestro entendimiento y sellada en nuestro corazón por el Espíritu Santo.
IRC – III-2-VII



El Objeto de la FE.
De acuerdo a Calvino, el Objeto del conocimiento de la fe es Jesucristo. Él define la fe como las ondas expansivas de una serie de círculos concéntricos: La existencia de Dios, el Poder de Dios, La Fidelidad de Dios, La Voluntad Divina revelada a nosotros en la Biblia, y finalmente [El punto de origen] Jesús. Todos estos círculos están incluidos dentro de la FE, pero sólo el epicentro es propiamente identificado como el objeto de la FE.

…al poner a Dios simplemente como objeto de fe, extravían las conciencias con su vana especulación, en vez de dirigirlas al fin verdadero.
IRC – III-2-I



El Objeto de la Fe es la Imagen de Dios: Jesucristo.
Es cierto que la fe pone sus ojos solamente en Dios; pero hay que añadir también que ella nos da a conocer a Aquel a quien el Padre envió, Jesucristo. Porque Dios permanecería muy escondido a nuestras miradas, si Jesucristo no nos iluminase con sus rayos. Con este fin, el Padre depositó cuanto tenía en su Hijo, para manifestarse en Él y, mediante esta comunicación de bienes, representar al vivo la verdadera imagen de su gloria. Porque según hemos dicho que es preciso que seamos atraídos por el Espíritu para sentirnos incitados a buscar a Jesucristo, igualmente hemos de advertir que no hay que buscar al Padre invisible más que en esta su imagen.
IRC- III-2-I


Cristo como mediador es necesario para que los humanos conozcamos a Dios. Y esto no es poner a Cristo aparte de Dios o en conflicto con Dios, sino que Cristo es el medio [el único medio] por el cual podemos creer verdaderamente en Dios.


El verdadero conocimiento de Cristo
Para explicar éste asunto, Calvino escribe:
Por tanto, el verdadero conocimiento de Cristo es que lo recibamos tal como el Padre nos lo ofrece; a saber, revestido de su Evangelio. Porque así como nos es propuesto cual blanco de nuestra fe, así también jamás llegaremos a Él más que guiados por el Evangelio. De hecho, en él se nos abren los tesoros de la gracia, que si permanecieran cerrados, de muy poco nos aprovecharía Cristo.
IRC – III-2-VI


Cristo, quien es el objeto de la FE [la única y verdadera fe], es entendido en términos del evangelio, el cual nos dirige a la gracia de Dios.

IRC = Institución de la Religión Cristiana
Traducido y editado por Pbro. Samuel Hdz. Clemente de “Calvin on Faith Series”
Parte 1- de
Justin Holcomb en www.theresurgence.com