2/2/09

La Bendición de poder Cantar.

La Bendición de poder Cantar.

¡Gloria a Dios!
Es una gran bendición poder estar éste día en la casa de Dios, en la comunión de la Iglesia.
Y una gran bendición es también poder cantar.


Doy gracias a Dios por haberme llamado a predicar su palabra; pero quienes me conocen de tiempo atrás saben que antes de predicar sermones, ya tocaba el piano. Nunca me imaginé que Dios me llamaría al púlpito, yo creía que me dedicaría sólo a tocar música.
La música ha sido parte de mi vida; me gusta toda (casi toda). Crecí escuchando desde Ray Connif, hasta José José, los Begees, Toda clase de Jazz y Rock.
Lo primero que me regalaron, antes de una pistola o soldaditos fue un tambor y una guitarrita; a los 10 años, cuando todos los chicos jugaban futbol, pasaba entre 5 y 6 horas practicando el piano.
Por eso y más, la música me encanta.

¿Por qué menciono esto?
Porque el propósito de éste mes es meditar en algo que hacemos en cada culto, en cada reunión y devocional como iglesia pero que muchas veces no nos detenemos a meditar en su importancia: CANTAR.

Para cantar a Dios no necesitas ser un músico; ni siquiera le debe de gustar toda clase de música.
Para cantar a Dios no necesitas tener una voz perfecta o haber tomado clases de canto.
Estos sermones no son para expertos en música, son para hijos de Dios que quieren celebrar la grandeza de Jesús

A mí no me gustaba cantar; era de los que van al templo y prefieren escuchar cómo cantan los demás… pero cuando Cristo me abrió los ojos a su grandeza, su amor y poder, algo que inevitablemente pasó es que ahora disfruto cantar; pero cantarle a él.
Durante un mes vamos a ir a nuestro himnario, y meditar en la letra de algunos himnos que entonamos, y luego iremos a nuestra Biblia y pondremos a prueba lo que cantamos; y descubriremos que tenemos razones de sobra para cantar y cantar con gozo a Jesús.

La pregunta de hoy es sencilla
¿Por qué es tan importante cantar a Dios?

Una respuesta es:
A Dios mismo le gusta la música y el canto.

Salmo 96:1-3
1Cantad a Jehová cántico nuevo; Cantad a Jehová, toda la tierra.
2Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación. 3Proclamad entre las naciones su gloria,
En todos los pueblos sus maravillas.

Salmo 47:6-7
6Cantad a Dios, cantad; Cantad a nuestro Rey, cantad;
7Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia.
(5 Veces se nos llama a cantar)

La biblia contiene más de 400 referencias al canto y 50 mandamientos directos a que entonemos alabanzas.
El libro más grande en la Biblia, Salmos, es un libro de cantos.

Y en el nuevo testamento somos llamados a cantar en 2 pasajes:


Efesios 5:19
Hablando entre vosotros con salmos, con himnos
y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones

Colosenses 3:16
La palabra de Cristo more en abundancia en
vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando
con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales.



La pregunta es ¿Porqué Dios nos ordena no solo alabarlo sino CANTARLE alabanzas?
Porqué no sólo nos reunimos y oramos y leemos la Biblia. ¿Porqué cantar? ¿Porqué palabras y música y no sólo las palabras?


Podemos empezar por decir que Dios mismo CANTA.

Sofonías 3:17
17Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.

¡Dios canta!
Jesús cantó himnos con sus discípulos.
Y La Biblia nos dice que uno de los frutos de ser lleno del Espíritu Santo es: Cantar salmos, himnos y cánticos espirituales.

Efesios 5:9
9Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones

Así que adoramos a un Dios Trino que canta y quiere que seamos como él.

Pero podemos decir más acerca del porqué Dios quiere que cantemos, y lo haremos, pero antes meditemos en la relación que hay entre las palabras que cantamos y la música que acompaña a esas palabras.

¿Cómo se relaciona la música con las palabras?
Pienso que al hablar de éste asunto, los cristianos ocupan una de éstas tres categorías:

Algunos piensan que la música sobrepasa a las palabras, tanto en significado como en efecto, piensan que las palabras sin música, (y enfatizan en cierto tipo de música) son secas, sin sentido y sin importancia.
Ellos dicen cosas como “la música me habla mucho mejor que las palabras” o “no puedo adorar si no dispongo de un estilo particular de música para hacerlo”.
En éste sentido, las palabras no sólo son influenciadas por la música, sino que dependen de ella.

Otros piensan que la música opaca a las palabras; piensan que ponerle música a las palabras en la Iglesia significará problemas.
Le temen al poder que la música pueda ejercer sobre las personas así que restringen su uso.

San Agustín tenía esa preocupación en su corazón; en sus confesiones escribió:

Así estoy vacilando entre el daño que del deleite de oír
cantar puede seguirse y la utilidad que por la experiencia sé que puede sacarse;
y más me inclino (sin dar en esto sentencia irrevocable ni definitiva) a aprobar
la costumbre de cantar, introducida en la Iglesia, para que por medio del
aquel gusto y placer que reciben los oídos, el ánimo más débil y flaco se excite
y aficione a la piedad. Esto no quita que yo conozca y confiese que peco y que
merezca castigo, cuando me sucede que el tono y canto me mueve más que las cosas
que se cantan, y entonces más quisiera no oír cantar. Ve aquí el estado en que
me hallo al presente en cuanto a esto. (Confesiones - 50)

(Él estaba muy alerta del potencial de la música)

O Swinglio en el siglo 16; Tan preocupado por el asunto que evitó la música en las reuniones.

Pero éstas 2 posturas no son provechosas.
La música y las palabras están elementalmente unidas una a la otra, Dios las quiere juntas.

Salmo 147:1
Alabad a JAH, Porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; Porque suave y hermosa es la alabanza.


Dios no desea que la música sobrepase a las palabras, o que las opaque.
Dios nos dio la música para que sirviera a las palabras.

Poder cantar es una bendición
Cantemos con gozo a nuestro Dios.

¿Cómo le sirve la música a las palabras?
Voy a mencionar tres maneras en que la música nos ayuda a apropiarnos de las palabras.
3 Maneras en que el CANTO dirigido a Dios nos puede ser de mucha bendición:

1) Cantar nos ayuda a recordar.

Cantar nos ayuda a recordar las palabras.

Todos sabemos que es fácil recordar lo que aprendimos con música hace mucho tiempo.
Canciones en TV, canciones populares de la adolescencia.
Aunque hayan pasado 20 años.

Nuestro cerebro es capaz de recordar patrones musicales, rimas y melodías.

En Deuteronomio 31:19 tenemos un ejemplo de cómo Dios usó la música para hacer recordar al pueblo:
Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.

La música nos ayuda a recordar las palabras.
El canto ejercita nuestra memoria.

Implicaciones:
Debemos usar melodías efectivas,
Melodías que la gente pueda ser capaz de recordar y que la gente desee recordar.

Algunas personas piensan que las únicas melodías efectivas fueron compuestas hace 300 años.Otros sostienen que las mejores melodías son las de hace 10 años para acá.
Ambos grupos están en lo cierto, y ambos se equivocan.
Tanto los himnos tradicionales como los nuevos tienen un lugar en el canto de la iglesia de Dios.Pero debemos elegir las melodías que sean efectivas, que podamos recordar y queramos recordar.
Algunos Himnos son tan bellos que superan la prueba del tiempo.Pero otras veces, la música es tan inefectiva que no sólo se evita la melodía sino que se ignora la letra.
Nuevas versiones son tan buenas como las originales. Necesitamos lo tradicional y lo contemporáneo.

Debemos recordar las palabras que Dios quiere que recordemos.
No sólo importa cómo cantamos sino LO que cantamos.

Analiza lo que canta una iglesia y ya tienes un panorama de su teología.En otras palabras; Somos lo que cantamos, creemos lo que cantamos.

Colosenses 3:16
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Es la palabra de Dios, no experiencias emocionales lo que va a llenar nuestra alma.
La mayor parte de nuestro canto debe estar saturado de verdad de Dios, su carácter, nuestra respuesta a sus atributos.Si lo único que pudiéramos enseñar fuera lo que está en nuestros himnarios, ¿Qué tan saturados estaríamos de la Palabra de Dios?

Debemos Memorizar los himnos.No deberíamos depender de los himnarios o pantallas.Hay gente que cuando la pantalla está en blanco dejan de cantar.

Los himnos no vienen de la pantalla o del himnario, sino del corazón.
No deberíamos depender de las páginas que llevamos años leyendo para cantar, es bueno levantar los ojos y cantar la gloria de Dios.
Puedes ejercitarte, leyendo una línea y cantando a la vez…


2) Cantar nos ayuda a sentir.
Cantar nos ayuda a apropiarnos emocionalmente de las palabras.
La música es un leguaje de emociones, en todas las culturas, en todas las épocas.

La música nos puede afectar de maneras profundas y significativas.
Se conecta y afecta nuestros sentimientos.

Como David que tocaba con su arpa para Saúl.
Dios ordenó cantar con gratitud en el corazón.

¿Por qué la música nos afecta tanto?
Una razón es nuestra cultura,
Una melodía rápida en escala mayor generalmente implica: alegría.
Mientras que una melodía lenta en escala menor la asociamos con tristeza.

Somos afectados también por la historia detrás de la canción, como las que recordamos de la adolescencia o las que mamá cantaba.
Si entonamos el himno que le gustaba al abuelo, o si recordamos una vivencia al cantar… nos vamos a emocionar; quizá lloremos o quizá nos alegremos.

Somos afectados por la cultura que hemos adquirido,
Es la razón por la cual tal o cual ritmo son inapropiados, o irreverentes.
O tal o cual instrumento es incorrecto, o tal o cual estilo es mundano…
Muéstrame en la escritura algo que sustente eso y estaré de acuerdo contigo.
Debemos ser estrictos con lo que Dios ha determinado en la escritura y tolerantes con aquello que nos ha dejado a elección.

La música nos permite meditar mejor en las palabras; y recordarlas.
La música nos ayuda a apropiarnos de las palabras.

La música puede amplificar el sentido de las palabras llevándonos al regocijo o a la reverencia
La música puede proveernos una influencia adicional y de bendición.

El canto alimenta nuestros sentidos.

Implicaciones:
Necesitamos un abanico de emociones en lo que entonamos: gozo, arrepentimiento, alegría, quebranto, reverencia, celebración. La santidad de Dios no puede ser expresada en CUMBIA, y el triunfo de Jesús en su regreso no puede ser expresado en música ABURRIDA.

Hay tradiciones en la teología tan diferentes entre sí: Luteranos, católicos, bautistas, pentecostales, presbiterianos. ¿Quién dice que sólo una es correcta? ¿Por qué no tomar lo mejor de cada una y adorar a Dios?
De esa manera seríamos bendecidos y no conducidos por la música.
No hay necesidad de contrapuntear diversas tradiciones en la Iglesia.

Hay que diferenciar entre ser movido emocionalmente o iluminado espiritualmente.
La música puede mover nuestras emociones, pero no puede declararnos verdades. La música puede hacernos sentir en paz
Pero no puede decirnos que Jehová es nuestro pastor, o que Jesús absorbió la ira de Dios en nuestro lugar, sólo las palabras pueden decirnos eso.

Cantar debe mover nuestras emociones; para algunos esto no es problema, para otros es una lucha.

No siempre las emociones son alegría, hay muchas más: gozo, paz, esperanza, quebranto, tristeza, confianza etc.
Pero siempre deberían estar presentes las emociones, y si no, quizá es porque nos falta meditar en lo que cantamos.

Dios es Digno de las más intensas, puras y fuertes emociones.
Nos emocionamos cuando hablamos por teléfono con un familiar.
Nos emocionamos viendo una película o telenovela.
Nos emocionamos viendo un partido de fútbol.
¿Por qué no deberíamos emocionarnos cuando alabamos a Dios?

Cantar sin emoción es una contradicción.
La música se convierte en un instrumento de Dios. No se trata de caer en emocionalismo, sino en dirigir nuestras emociones hacia Dios.


3) Cantar nos ayuda a estar unidos.

Cantar nos ayuda a usar las palabras y demostrar nuestra unidad.
Hasta aquí la música sirve a cada uno en lo particular, pero aquí en la Iglesia se vuelve algo comunitario.

La gente canta unida en los lugares más extraños:
Juegos de futbol, conciertos de rock, fiestas en la oficina, reuniones de navidad, bodas, funerales.

Ejemplo: Selección mexicana jugando en el mundial, y el estadio completo canta “Cielito lindo” o “Oé oé oé oé”

Cantar unidos nos ayuda a identificarnos en armonía.
Cantar unidos nos permite pasar horas y horas compartiendo los mismos pensamientos, las mismas intenciones.

Cantar unidos rompe las barreras denominacionales:
Tanto bautistas como presbiterianos, metodistas y asambleas de Dios conocemos el himno “Más allá del sol”

Cantar unidos rompe las barreras culturales: Los hnos de Estados Unidos, de España y de México conocemos el himno “Cuán grande es él”

Claro, la biblia no sólo habla de canto congregacional, Dios es honrado en el canto particular.
Pero el énfasis predominante de la Biblia es a que cantemos unidos.

Dios redimirá un coro universal al final de los tiempos (apocalipsis)
Estamos llamados a cantar con los demás.
No importa que nuestra voz no sea perfecta, estamos invitados a unirnos a la canción.

Implicaciones:
Debemos entonar canciones que nos unan y no que nos dividan.
Dios no nos prohíbe disfrutar de diversos estilos musicales, pero en la comunidad buscamos la unidad.

Dios nos ordena adorarlo con muchos instrumentos, pero esos instrumentos son sólo el aderezo de la adoración; Si nos quitarán los instrumentos deberíamos ser capaces de cantar con el mismo gozo.
La creatividad musical tiene límites funcionales en la Iglesia. No queremos distracción o innovación sino bendición.

El canto promueve la unidad.



CONCLUYENDO:
Debemos asegurarnos de que sea el evangelio y no la música lo que nos una.
No es posible que las iglesias nos definamos por el estilo musical de nuestros cantos en vez de la unidad al evangelio.

La tendencia moderna es hacer diferentes tipos de cultos para diferentes gustos:
Un culto conservador y un culto contemporáneo…
La intención parece buena pero acaba dividiendo al cuerpo de Cristo.
Lo que nos une no es que nos gusten los mismos artistas o el mismo estilo musical; sino que Jesús nos amó y nos ofrece su perdón y gracia.
Es por eso que buscamos el balance en la adoración a Dios: Tradición e Innovación.

Lo que nos une no es que nos gusten los mismos cantos sino que nos redimió el mismo Salvador.

Apocalipsis 5:8-14 es la canción que entonan los santos delante de Dios.

8Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 11Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, 12que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. 13Y a todo lo creado que está en el cielo, y
sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.


¿Cuál es el estilo musical (ritmo) que acompaña éste himno?
No lo sabemos, Dios no nos los dice, Dios quiere que nos una el mensaje.
De manera que lo que cantamos aquí en la tierra es una anticipación de la eternidad.

¡Cantemos Con Gozo!

Adaptado Por Samuel Hdz Clemente de:
Words of Wonder: What Happens When We Sing?
Desiring God 2008 National Conference (
www.desiringgod.org)
Por Bob Kauflin / Septiembre 27-2008

Un ministerio de paciencia

Es generalmente obvio que la trasformación de una vida ocurre gradualmente. Aunque Dios puede intervenir drásticamente manifestándose de tiempo en tiempo, él decide llevar a cabo su obra paciente de edificar a su iglesia día a día. Esto es verdad en múltiples niveles.
De manera que:

Necesitamos Paciencia con la congregación.
Esto no sugiere que prediquemos con cero nivel de de expectativas, aliento o exhortación. Sino que oremos por la intervención de Dios y confiemos en que es Dios quien cumple su obra en cada vida a su tiempo.

Necesitamos Paciencia con nosotros mismos.
Es muy fácil que luego de haber predicado la última vez, adquiramos una actitud negativa o una sensación de fracaso; y entonces ya tengamos una larga lista de debilidades personales que reparar. Pero lo que necesitamos es servir fielmente con paciencia. Busquemos mejorar cuanto podamos en nuestro ministerio, pero confiemos en que Dios continúa obrando transformadoramente en nuestra vida misma a su ritmo Divino.

Necesitamos Paciencia con la Gente Clave.
Podría ser una “fiera” con buenas intenciones, alguien que promueve la “Crítica constructiva” dentro de la Iglesia, podría ser una persona de influencia con motivos malintencionados, podría ser alguien que necesita más energía de la que nos sentimos capaces de contagiarle, debemos orar por sabiduría, por fortaleza, por paciencia para no tomar medidas precipitadas perdiendo de vista el propósito de Dios.

No estoy animando a un ministerio con bajas expectativas, sin
posibilidades de mejorar y carente de crecimiento personal; tampoco me refiero a
un ministerio entorpecido por falta de dirección.Sólo me estoy recordando a mí
mismo y a vosotros algo que dije 15 años atrás: “Dios camina a
3km/h”.Mantengamos nuestra mirada fija en Él y sirvamos viviendo con paciencia y
confianza.


Enero 25/2009 Por Peter Mead en www.biblicalpreaching.net
Tradujo: Pstor. Samuel Hdz. Clemente

Lunes: Día de renovar la visión

El lunes es un buen día para evaluar las cosas, tomarse un profundo respiro y reafirmar nuestro compromiso personal con la obra de Dios.
Esto es deseable para todos los que predican la palabra de Dios, aunque muchos vean el lunes como un buen día para reposar. Significa reafirmarnos el compromiso de predicar bíblicamente en vez de sólo seguir la rutina y la formalidad del ministerio.

He aquí un par de citas de Philip Ryken’s en su capítulo “Predicación que reforma” en “Preach the Word”

Ya que estamos viviendo en una era de relativismo y narcisismo, ¿Cuáles son las implicaciones para la predicación? Obviamente, la enseñanza bíblica debe estar a nuestro favor. Como pecadores, generalmente no nos agrada que nuestro egoísmo sea expuesto; pero es uno de los principales propósitos de la predicación bíblica. En una cultura post-cristiana, lo último que la gente desea escuchar es la verdad acerca de su egocentrismo. Lo que podemos ver es que la predicación ahora tiende a ser
terapéutico en vez de profético. La meta ahora es hacer sentir bien a la gente consigo misma y su estado actual en vez de desafiarlos a ser, por la gracia de Dios, aquello que aún no son. (p192)


¡Qué tentador es predicar mensajes terapéuticos en vez de proféticos! Es difícil elegir predicar la Palabra de Dios cuando su mensaje es incómodo, impopular, sin “sofisticación” o que podría ofender a alguien.

Ryken apunta más adelante al asunto de la evangelización:

Éste tipo de proclamación demanda valentía, una virtud que tristemente está ausente en la iglesia contemporánea. Una de las razones por la que el evangelismo está en el abandono es que los cristianos han perdido el valor. En ésta era post-cristiana, tendemos a ser una sub-cultura en vez de una contra-cultura. (p198)

No estoy animando a la proclamación multi-mediática, o a la predicación innecesariamente ofensiva. Sólo estoy haciendo un alto en mi ministerio personal de nueva cuenta ésta mañana y renovando mi visión de la Predicación fiel de la Palabra de Dios. Es el privilegio más grande pero por lo mismo demanda el correcto nivel de valentía. Pidamos al Señor que refresque nuestra visión para que podamos ver claramente su Presencia, Su Palabra, Su Obra en Su Iglesia, Su plan de alcanzar al Mundo… y nuestro privilegio de poder participar.


Enero 26/2009 Monday: Renewing Vision Day
Por Peter Mead en www.biblicalpreaching.net
Tradujo: Pstor. Samuel Hdz. Clemente