11/3/09

Una comida ESPECIAL


Una comida especial.

La comida no es siempre para lo mismo.
Aunque toda la comida entra en la boca y llega a la barriga; no toda la comida tiene el mismo propósito.

¿Porqué alguien con tos tendría que comer miel con limón? ¿Sólo para comerlo? No, sino que además ayuda a su garganta.
¿Por qué una persona recién operada debería comer hígado de res? ¿Sólo por comer? No, sino que ésta comida ayuda a su cicatrización.
Así que la comida no es sólo para llenar el estómago, sino que hay otros propósitos.
Cicatrizar, desinflamar, adelgazar, nutrir… santificar…

¿Santificar? ¡Claro! Hay comida que sirve para santificarnos.
Si queremos fortalecer la vista; hay que comer zanahorias.
Si queremos fortalecer los huesos hay que tomar leche.
Pero Si quieres fortalecer el alma; hay que comer pan y vino.
Pero no sólo pan y vino, sino pan y vino en nombre de Jesús.
A esto le llamamos la Santa Cena.


¿Qué ocurre cuando celebramos la Santa Cena?

Recordamos el pasado.

Nuestro Pasado.
Al venir al templo y presentarnos ante Dios, es necesario hacer un ejercicio retrospectivo.
Y echar una mirada a nuestro pasado;

¿Hay cosas de las cuales te enorgulleces? ¿Tu mejor obra?
Quizá podrías hacer una lista larga de ellas.
Quizá tu lista es corta…
Sin embargo, nuestra lista de buenas obras, sea corta o larga no ayudará de mucho pues a la par de las buenas obras, se extiende otra lista de pensamientos, palabras, acciones, intenciones y actitudes que no agradan a Dios.

¿Hay cosas de las que te arrepientes?
¿Hay cosas que prefieres no recordar?
¿Aquel día, aquella noche, aquella tarde; esos pensamientos, esas palabras, esas intenciones?
Es necesario recordarlas todas y arrepentirnos.

Jesús en nuestro pasado
La lista de nuestro pasado oscuro debe venir a nuestra mente; porque es un problema que no podemos esconder.
Y es necesario recordar un nombre: Jesús
Hace más de 2000 años; cargó con nuestro pecado en su cruz y nos reconcilió con el Padre.

Fue capaz de lavar los pies de sus discípulos y poner la otra mejilla. Fue capaz de dejar el cielo, humillarse y sacrificarse por su iglesia.

Isaías 53:4-7
4Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.


Delante de nosotros, en la mesa vemos jugo de uva y pan. Pero nuestra mente debe trasladarse a la noche en que Jesús, sentado a la mesa con sus discípulos:

“La misma noche que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que muere en favor de ustedes. Hagan esto en memoria de mí.” Así también, después de la cena, tomó en sus manos la copa y dijo: “Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi sangre. Cada vez que beban, háganlo en memoria de mí.” De manera que, hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa.”
1 Corintios 11:23-26 [DHH]


Así que recordamos nuestro pasado, lleno de pecado y la obra de Jesús en nuestro pasado; perdonándonos y reconciliándonos con el Padre.

Anhelamos el futuro
¿Cuál es tu sueño más hermoso?
Si te pido que visualices el futuro que más anhelas, ¿Cómo se vería?

¿Tener el negocio de tus sueños?
¿Tener tu título de Dr. O Lic.?
¿Tener a tu bebé en tus manos o a tus nietos?

No quiero ser aguafiestas, pero suponiendo que el futuro que anhelas se haga realidad; no esperes que dure para siempre.

Las cosas que vemos son temporales; pero hay algo que no es temporal.
Hay un lugar donde no hacen falta los calendarios.
Un lugar donde no hay que tomar medicinas ni ir al doctor.
Un lugar donde los cumpleaños no se celebran porque nunca envejecemos.
Un lugar donde no hay cárceles ni narcotraficantes.
Un lugar donde las familias no se pelean ni se desbaratan porque todos son de la mima familia.
Un lugar sin violencia ni discriminación
Un lugar donde no hay diferencias de clases sociales ni de razas.
Nosotros lo llamamos cielo.

Juan 14:1-3
1No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.


Hasta hoy, cuando los judíos se reúnen en diversas partes del mundo para celebrar la pascua, es tradicional que digan: “Y que la próxima sea en Jerusalén”. Ésta expresión está basada en su expectativa mesiánica, creyendo que el Mesías que vendrá llevará a todos los judíos dispersos a Jerusalén para reinar desde ahí.
Nosotros los cristianos creemos que el Mesías es Jesús, que YA vino y YA reina y algún día veremos la Nueva Jerusalén descender del cielo.
Así que al participar de la Santa Cena, podemos anhelar: “Que la próxima sea en la gloria”


26Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo:
—Tomen y coman, esto es mi cuerpo.
27Luego tomó en sus manos una copa y, habiendo dado gracias a Dios, se la pasó a ellos, diciendo:
—Beban todos ustedes de esta copa, 28porque esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangre que es derramada en favor de muchos para perdón de sus pecados. 29Pero les digo que no volveré a beber de este producto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.
Mateo 26:26 [DHH]


Al Participar de la Santa Cena, miramos hacia el pasado, a Jesús como un cordero sufriente pero también miramos hacia el futuro a Jesús como un león victorioso.

Somos nutridos HOY

Mientras llega la segunda venida de Jesús, nosotros somos transformados.
Cada día estamos llamados a perseverar en Jesús.
Leer su palabra
Parecernos más a él
Confiar más en él.
Amar más al prójimo y desechar el pecado.

Romanos 13:11-14
11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.


Así como miramos hacia el pasado en la Cruz de Jesús y hacia el futuro en su segunda venida; tenemos que recordar que vivimos HOY.

Y hasta hoy seguimos batallando con diversas pruebas, aflicciones, tentaciones, privaciones y dificultades.

12Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 13sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
1 Pedro 4:12-13


Y participar de la Santa Cena en arrepentimiento y fe nos fortalece como Iglesia por medio del Espíritu Santo.

De una manera espiritual somos nutridos y nuestra alma se fortalece. Así que podemos obedecer con determinación la voluntad de Dios, podemos soportar la tentación con dominio propio, podemos confiar en medio de la dificultad, podemos gozarnos a pesar de las diversas pruebas e incluso cantar con alegría en nuestro corazón, santificarnos día a día y compartir el mensaje de consuelo y perdón de Jesús.
Porque nuestro pasado ha sido redimido en Cristo, nuestro futuro está asegurado por sus promesas y nuestro presente está en sus manos.

2Pues por Cristo hemos podido acercarnos a Dios por medio de la fe, para gozar de su favor, y estamos firmes, y nos gloriamos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios. 3Y no solo esto, sino que también nos gloriamos de los sufrimientos; porque sabemos que el sufrimiento nos da firmeza para soportar, 4y esta firmeza nos permite salir aprobados, y el salir aprobados nos llena de esperanza.
Romanos 5:2-4 [DHH]


Así que participemos de la Santa Cena adorando a Jesucristo.
Demos gracias por lo que hizo en el pasado.
Alegrémonos por lo que hará en el futuro
Y permanezcamos firmes porque él está actuando en el presente.

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